La política industrial dejó de ser tabú. Desde hace años observamos su avance en la agenda política de países tanto en el norte como en el sur global. Es considerada como instrumento para construir economías resilientes, innovadoras y generadoras de empleos de calidad en un contexto marcado por la crisis climática, los avances tecnológicos y las tensiones geopolíticas.
Uruguay no puede ni debe ser ajeno a esa tendencia. El lanzamiento del Consejo de Industria y los Núcleos Productivos, bajo un modelo de diálogo social, para la elaboración de la Política Industrial a 2050 es una declaración de intenciones. También lo es el liderazgo en la “Iniciativa Uruguay Sur”, que unió el pasado 8 y 9 de octubre a referentes de dentro y fuera de la región con el propósito de impulsar la política industrial verde y las finanzas internacionales. Parece que Uruguay quiere volver a ser referente internacional como lo fue con la transición energética, pero esta vez poniendo foco en la transformación productiva del sector a través de la innovación, tecnología y sostenibilidad, expandiendo sus actividades hacia nuevos mercados y cadenas de valor.
La manufactura como motor de desarrollo
Las bondades de la manufactura son mundialmente reconocidas. Como hace eco la nueva publicación de ONUDI IDR1, el sector manufacturero contribuyó al 64% de los episodios de crecimiento en los últimos 50 años a escala global; representa el 53% de la actividad global en I+D y cada empleo que genera da lugar a de dos empleos adicionales en otros sectores. Evidencia de su acción por el clima es el hecho de que, en 2023, las empresas manufactureras poseían el 60% de las patentes verdes a nivel mundial. Asimismo, como ejemplo de su resiliencia, los países con sectores industriales robustos supieron enfrentar mejor la crisis de la pandemia de COVID-19.
La industria de América Latina mantiene pendiente la incorporación de nuevas tendencias tecnológicas en sus sectores manufactureros tradicionales, que fueron pilares durante la primera mitad del siglo pasado. La limitada diversificación hacia industrias intensivas en conocimiento y la baja incorporación de tecnología, ha resultado en un proceso sostenido de desindustrialización que lleva durando 25 años. Hoy día el sector manufacturero en ALC representa el 13,6 % del PIB de la región, mientras que en Europa asciende al 14,4% y en Asía-Oceanía alcanza el 22,7% (ONUDI, 2024).
La región sólo contribuye con el 5,1% del valor añadido manufacturero mundial y el 4,7% de las exportaciones manufactureras, y esto incluyendo a los pesos pesados industriales como México y Brasil (ONUDI, 2024b). La base industrial en América Latina sigue concentrándose en segmentos de bajo contenido tecnológico o sectores vinculados a recursos naturales, donde el 37% de las exportaciones corresponden a sectores no manufactureros. Mientras en Europa-América del Norte y Asia, las manufacturas de media y alta tecnología alcanzan el 49%-50% respectivamente, en América Latina su participación es del 35%.
Cinco Megatendencias Globales
La nueva política industrial verde intenta revertir esta situación endémica que ha sufrido la región por décadas. Sin embargo, el futuro industrial de América Latina, y de Uruguay, estarán determinados por unas mega tendencias internacionales que, si bien generan nuevos desafíos, también abren oportunidades para empresas industriales y hacedores de políticas en toda la región. Estas megatendencias se traducen en impulsos de transformación productiva, ofreciendo vías de diversificación, mejora tecnológica e integración con cadenas globales de valor.
1. La transición energética y verde
La transición global hacia fuentes de energía limpias es impulsada a largo del mundo por su potencial contribución a la descarbonización y a la circularidad. En efecto, las energías renovables representan una proporción creciente del mix energético global estimándose que pasarán del 5% en 2020 al 30% en 2050. La transición energética y ecológica, está impulsando la demanda mundial de nuevos sectores vinculables a la transición como por ejemplo minerales claves para las nuevas tecnologías como el litio, pero también de nuevas fuentes energéticas como el hidrógeno verde. El cambio hacia fuentes de energía limpias está fomentado el desarrollo de la fabricación de tecnologías limpias y el procesamiento de nuevas capacidades industriales en campos relacionados.
2. El auge de la IA y la digitalización de la producción
La revolución tecnológica que viene gestándose en el período reciente con la robotización, automatización y tecnología de la información dio lugar a la industria 4.0 (I4.0). La I4.0 puede considerarse un cambio en el paradigma de la industrialización, ya que las empresas pueden producir sin generar residuos, implementando procesos de ciclo cerrado más eficientes a través del diseño ecológico, la fabricación inteligente y la logística inversa. Asimismo, el cambio de paradigma también se refleja en la forma en que la I4.0 promueve la interconectividad y la descentralización en la producción y el consumo (Albaladejo & Alonso, 2023). En este contexto, la transformación digital en particular se ha acelerado recientemente, siendo la Inteligencia Artificial (IA) quien muestra un auge y mayor potencial de crecimiento. En los últimos 5 años, las patentes de IA se triplicaron.
3. La reconfiguración de las cadenas de valor globales
A partir de la disrupción de abastecimiento global generado durante la pandemia de COVID-19, el empuje hacia la producción nacional, y también como resultado de decisiones de estrategia geopolítica, las cadenas de valor globales han iniciado una reconfiguración y un desacoplamiento de la producción mediante la relocalización de industrias (reshoring y friendshoring). Estos cambios en la producción mundial tienen potenciales implicaciones regionales ya que se estima que las economías en desarrollo podrían pasar del 24% del PIB en 2000 al 54% en 2050 mediante reshoring y friendshoring. La reconfiguración del mapa industrial global puede ofrecer oportunidades para la región, sobre todo para aquellos países que pueden crear capacidades tecnológicas y un ambiente conducente a la inversión.
4. Cambios demográficos y sociales
Los cambios demográficos y sociales, como el envejecimiento de la población, están transformando los mercados laborales y generando demanda en nuevos sectores. En los países de ingresos altos, la fuerza laboral está envejeciendo, dando lugar una mayor demanda de productos farmacéuticos, que la región puede satisfacer aprovechando sus clústeres farmacéuticos ya establecidos.
5. La transformación de los sistemas de producción de alimentos
La urbanización y la globalización están transformando los sistemas de producción de alimentos estimándose un aumento del 50%-70% en la demanda mundial en el sector. La transformación de los sistemas alimentarios ofrece perspectivas para el desarrollo de industrias de procesamiento de alimentos más saludables y sostenibles.
La industria uruguaya en el contexto de las megatendencias
Uruguay enfrenta una coyuntura estratégica para redefinir su modelo industrial. Así, la nueva política industrial debe orientarse hacia un paradigma verde, digital, inclusivo y territorialmente equilibrado, capaz de combinar sostenibilidad ambiental, innovación tecnológica y cohesión social.
El diseño de políticas industriales a nivel global busca fomentar el desarrollo sostenible e inclusivo en un contexto marcado por desafíos climáticos, tecnológicos y geopolíticos. Asimismo, cambios profundos en las economías y sociedades marcan mega tendencias a considerar.
La transición energética y verde, la digitalización y la IA, la reconfiguración de cadenas globales del valor desde el COVID, el envejecimiento de la población y las transformaciones en los sistemas de producción de alimentos, se traducen en impulsores tangibles de la transformación industrial, ofreciendo distintas vías para diversificar la base productiva, mejorar las capacidades tecnológicas y reforzar su integración en las cadenas de valor mundiales.
Uruguay cuenta con una base industrial sólida y con potencial de transformación. La industria manufacturera uruguaya constituye uno de los pilares fundamentales del entramado productivo del país, representando aproximadamente el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, -16% del PIB al considerar la contribución indirecta de sus proveedores- (cifras 2024). Asimismo, existen aproximadamente 19 mil empresas industriales registradas, lo que refleja un entramado productivo activo y diverso. Dentro de este conjunto, se destaca la presencia de 180 empresas manufactureras de gran tamaño, lo que convierte al sector industrial en el que concentra la mayor cantidad de compañías grandes del país.
Durante las últimas tres décadas, la estructura productiva industrial uruguaya ha experimentado una reconfiguración profunda. Se observa un fuerte crecimiento de las manufacturas basadas en recursos naturales y alimentos, con una clara orientación exportadora, que actualmente conforman cerca del 80% del entramado productivo industrial. En este sentido, la industria manufacturera desempeña un rol estratégico en la inserción internacional del Uruguay, al representar el 78% del total de las exportaciones de bienes del país.
Esta realidad se vincula directamente con una de las megatendencias globales más relevantes: la transformación de los sistemas de producción de alimentos. El aumento proyectado de la demanda mundial de alimentos, junto con la necesidad de producir de manera más sostenible y saludable, abre oportunidades para que Uruguay consolide y diversifique su especialización industrial en el procesamiento de alimentos. El país puede avanzar hacia una agroindustria verde, trazable y tecnológicamente avanzada, que combine la calidad de sus recursos naturales con innovación, eficiencia energética y valor agregado, integrándose así a nuevas cadenas globales vinculadas a la seguridad alimentaria y la sostenibilidad.
En este sentido, el desafío no es solo crecer, sino crecer distinto: con sostenibilidad, tecnología e inclusión. El rezago en la transformación digital y los desafíos de incorporar procesos productivos sostenibles en las empresas del sector requieren respuestas estructuradas y capacidades institucionales construidas desde la realidad productiva del país, que acerquen al sector a las megatendencias globales. En efecto, la estructura del sector, las capacidades de innovación y el ecosistema institucional influyen al momento de diseñar esa política industrial. El enfoque desde el sur global abre una oportunidad, que se potencia con la actitud activa del Ministerio de Industria, impulsor de un nuevo enfoque industrialista en el país.
La creciente incorporación de la robotización, la automatización y la inteligencia artificial en distintos ámbitos demuestra que la transformación digital ha dejado de ser una posibilidad para convertirse en una megatendencia que atraviesa nuestra vida cotidiana y proyecta su influencia hacia el futuro. La digitalización industrial es fundamental para avanzar en términos de competitividad y productividad. Es una necesidad transversal que no distingue tamaño, rubro ni localización geográfica. Acercar las empresas industriales a las tecnologías habilitadoras requiere comprender las diferentes etapas de la digitalización y el grado de madurez de las empresas industriales uruguayas en la temática.
Con una predominancia de Mipymes, los procesos de transformación digital del sector suelen ubicarse en etapas tempranas (gestión de procesos, estandarización, diseño de indicadores de gestión, incorporación de sistemas de control, entre otros). En este contexto, la incorporación de inteligencia artificial, automatización, robótica, manufactura aditiva y análisis de datos debe formar parte de una estrategia nacional de digitalización industrial, con foco en las Mipymes manufactureras, que representan la base del entramado productivo.
En sintonía con la dinámica global y megatendencia de transición energética y verde, Uruguay ha orientado sus esfuerzos hacia una transición energética basada en fuentes limpias. De forma complementaria, Uruguay tiene la oportunidad de posicionarse como referente regional no solo de producción limpia, sino que además puede provechar su matriz energética renovablepara avanzar en la descarbonización de los procesos industriales. El aterrizaje de conceptos a prácticas sostenibles aplicadas es fundamental para transitar hacia una industria verde, con aplicación de soluciones ecoinnovadoras en las empresas.
Las perspectivas de escalamiento para la industria manufacturera uruguaya hacia una trayectoria de crecimiento dependen del diseño de estrategias que consideren en buena medida las nuevas mega tendencias globales e incluyan un enfoque territorial. Además articulación territorial y social del desarrollo nacional.
Potenciar la industria uruguaya es una oportunidad de acercarse a un desarrollo territorial sostenible e inclusivo. En numerosos departamentos, las industrias son el principal motor de las economías locales y un factor de formalización laboral. Este panorama indica un sector industrial activo, que cumple un papel clave como motor del desarrollo económico nacional.
Su presencia en todo el país contribuye a descentralizar la producción, generar empleo más allá de la capital y fomentar la radicación poblacional fuera del área metropolitana. El sector manufacturero ocupa directamente a unas 160 mil personas y genera otros 100 mil empleos indirectos a través de sus encadenamientos productivos, empleando a personas con diferentes capacidades y perfiles, que van desde obreros de baja calificación hasta mandos medios, profesionales y científicos.
En materia de calidad del empleo, el sector se destaca por su elevado grado de formalización y por remuneraciones 15% superiores al promedio de la economía, fomentando la capacitación técnica y la formación de capital humano especializado, aspectos que contribuyen a la productividad y a la mejora de los estándares laborales.
La descentralización, como vector estratégico para el desarrollo sostenible del país, busca fortalecer ecosistemas industriales regionales y globales, integrando cadenas agroindustriales, metalmecánicas, madereras y otras del interior del país.
En definitiva, la política industrial debe consolidarse como un pacto nacional de desarrollo productivo, articulando Estado, empresas, trabajadores, academia y sociedad civil a lo largo de todo el territorio uruguayo.
*Documento elaborado por Carola Saavedra, directora de Comunicación y Proyectos de CIU; Manuel Albaladejo, Representante de (ONUDI) para Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay; María Belén Alamilla Collares, Asistente de investigación en ONUDI; Sebastián Pérez, asesor económico de CIU y Valeria Cantera, jefa de la Dirección de Estudios Económicos de CIU.
Albaladejo, M., & Alonso Ribas, P. (2023). Ir hacia lo digital para acelerar la economía circular. Plataforma de Analítica Industrial. ONUDI. Recuperado de: https://iap.unido.org/articles/going-digital-accelerate-circular-economy
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Ministerio de Industria, Energía y Minería. (2025, octubre 9). Montevideo: el Sur global inició cooperación hacia una política industrial verde. Gobierno del Uruguay. https://www.gub.uy/ministerio-industria-energia-mineria/comunicacion/noticias/montevideo-sur-global-inicio-cooperacion-hacia-politica-industrial-verde
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Ministerio de Industria, Energía y Minería. (2025). Se realizó la segunda reunión del Consejo Nacional de Industria, que trabaja en su elaboración. Gobierno del Uruguay. https://www.gub.uy/ministerio-industria-energia-mineria/comunicacion/noticias/se-realizo-segunda-reunion-del-consejo-nacional-industria-trabaja-elaboracion
Ministerio de Industria, Energía y Minería. (2025). Funcionariado del MIEM se capacita en desarrollo productivo junto a equipos técnicos. Gobierno del Uruguay. https://www.gub.uy/ministerio-industria-energia-mineria/comunicacion/noticias/funcionariado-del-miem-se-capacita-desarrollo-productivo-equipos-tecnicos
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Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI). (2024b). Anuario Internacional de Estadísticas Industriales 2024: Hojas informativas regionales — América Latina y el Caribe. ONUDI. https://stat.unido.org/portal/storage/file/publications/yb/2024/YB-core-2024-regfacts-lac-pdf.pdf
[1] ONUDI elabora un informe del desarrollo industrial a nivel global que se publica cada 2 años, estos datos corresponden al informe que se publicará próximamente en 2026.

