Más de 60 años, una historia de superación e innovación y el espíritu por potenciar el Uruguay unen una familia con la industria nacional. “Colocar en el mercado un producto hecho acá es una enorme satisfacción principalmente porque sabemos el aporte que hacemos a la economía del país”.

Alejandro Gold, director de Artobe S.A.

Un destino fortuito: Uruguay   

Artobe S.A., más conocida como Laboratorio Artobe, es una empresa de origen nacional que fue creada en 1956 por Samuel Gold con el apoyo de sus hijos; Elías y Jaime. Alejandro Gold, nieto de Samuel y actual director de la empresa, comparte la historia del origen de la empresa familiar.

“En esa época las líneas cosméticas eran de base más simples que ahora y no existían tantas familias y categorías de productos. Mi abuelo llegó a Uruguay en forma fortuita y se dedicó a hacer lo que había aprendido en una droguería donde trabajaba en su Lituania natal”.

En sus comienzos, el Laboratorio se dedicó a la fabricación de cremas, piedra alumbre y colonias. Con el paso del tiempo, aparecieron los productos capilares principalmente para profesionales. “Los productos de Artobe siempre tuvieron mucho prestigio entre los peluqueros debido a su excelente calidad”.

Más adelante se lanzaron líneas de productos para venta en comercios focalizados en las marcas Primicia, Calypso, Cardinal y Cerovello. Hacia fines de los años 90, el ingreso a nuestro país de productos importados con bajos costos y la falta de actualización de las líneas, resultaron en una contracción del mercado de la empresa.

Un cambio de rumbo

En el año 2003, en plena crisis económica en Uruguay, Alejandro tomó la dirección de la empresa y decidió hacer grandes cambios: lanzaron nuevos productos, lo que requirió de una mayor profesionalización en los procesos de investigación y de fabricación; comenzaron a trabajar con una agencia de publicidad para mejorar las presentaciones y el marketing, y contrataron a una consultora para elaborar un plan estratégico a largo plazo. La empresa creció, por ese motivo, en 2012 se mudaron a un nuevo local, adaptado a los requerimientos de elaboración actuales e invirtieron en maquinaria para multiplicar la producción y aumentar la plantilla de personal.

El eje conductor de la empresa fue tenido en cuenta para este gran cambio: cuidar extremadamente la calidad de los productos. “Esta ha sido la clave para que nos mantuviéramos en el mercado tanto tiempo”.

La clave del éxito: la calidad de los productos

“Trabajamos fuertemente en obtener productos de gran calidad. No se puede competir con productos buenos que vienen del exterior si no se fabrica al mismo nivel, es importante ser competitivos en todos los aspectos posibles”. Al no contar con los recursos necesarios para invertir en publicidad, desde el punto de vista de Laboratorio Artobe, la mejor herramienta es apostar a que los compradores tengan una buena experiencia de consumo y vuelvan a comprar.

Además, la empresa trabaja de forma sostenida en conocer las necesidades de sus consumidores. Una de las diferencias que tiene esta empresa nacional con las multinacionales es que desarrolla los productos teniendo en cuenta las características climáticas, mientras que las empresas internacionales lo hacen para otros mercados, sin focalizarse en las características específicas de Uruguay.

Doble desafío: producir cosméticos en Uruguay y en pandemia mundial

Una de las grandes dificultades desde el punto de vista de Alejandro Gold es que en ciertas oportunidades resulta dificultoso obtener las materias primas adecuadas para alcanzar productos de gran calidad. “Casi toda la materia prima que usamos es importada y en la medida que hay menos empresas fabricantes se vuelve más problemático conseguir los insumos de manera local”.

Uruguay es un país sobre ofertado en productos cosméticos, uno de los principales motivos se vincula con la facilidad que encuentran las empresas extranjeras o multinacionales para importar. Quienes dirigen Laboratorio Artobe, se encuentran más que orgullosos de producir en Uruguay: “No nos dejamos tentar por las ofertas del exterior como sí lo han hecho casi todas las empresas nacionales del ramo. Seguimos fabricando nuestros productos en nuestro país más por terquedad que por conveniencia. Colocar en el mercado un producto hecho acá es una enorme satisfacción, principalmente porque sabemos el aporte que hacemos a la economía del país”.

Por otro lado, la llegada de la pandemia significó un gran desafío para la mayoría de las empresas en el mundo, sin embargo, Laboratorio Artobe logró salir del shock rápidamente porque venía fabricando antisépticos desde hace muchos años. Al llegar el COVID-19 redoblaron la apuesta en innovación y desarrollo de productos de esa línea y tuvieron un gran crecimiento. Cuando empezó a recuperarse el consumo de productos cosméticos continuaron creciendo en ambas líneas. “Los principales desafíos estuvieron ligados a conseguir materias primas y cuidar la salud de los colaboradores”.

La importancia de la fabricación nacional

“En mi opinión, el consumidor uruguayo se siente cada vez más identificado con lo fabricado en el país. Sin embargo, todavía hay que seguir trabajando en la concientización de la importancia de consumir productos hechos acá, mostrando el enorme derrame que tiene en la economía a través de los insumos y otros servicios”. En Artobe, trabajan diariamente más de 20 personas, pero indirectamente dan trabajo a más de 200.

El objetivo en la mira: seguir creciendo

Apuntar a la innovación y la calidad es uno de los ejes de la política de crecimiento de la empresa. En el último tiempo, la estrategia se apoya notoriamente en campañas publicitarias en distintos medios masivos y un incipiente trabajo en redes sociales para acercar el producto al consumidor final. “Esto, conjuntamente con un equipo humano de gran entusiasmo y convicción, son nuestras mejores armas para seguir creciendo”.

La empresa cuenta con productos de alta calidad, -que actualmente se comercializan en perfumerías, farmacias y algunos supermercados- pero requieren de mayor visibilidad: “Hay que comunicarlos más. Es un esfuerzo enorme para una empresa nacional ya que jugamos en una cancha con jugadores muy fuertes con enormes recursos, lo que requiere una estrategia muy medida”.

Innovación y rol de mentoría: dos pilares de CIU

La CIU estuvo presente en distintas etapas del proceso, ya sea apoyando con consultorías o a través de distintos programas de crecimiento, tanto en innovación como en mejora tecnológica o certificación de calidad en los cuales la ayuda del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y otros organismos estatales fue fundamental.

“Participamos en un programa para fomentar la innovación en la empresa y de ahí surgieron dos acciones innovadoras: la creación del shampoo sólido y la incorporación del código QR en todas las etiquetas. Esto resulta fundamental ya que el consumidor puede acceder a toda la información de productos, tips de uso o videos”, afirma el director de la empresa.

Complementariamente, Alejandro ha apoyado a diferentes emprendimientos en su rol como mentor; acompañando y potenciando el desarrollo de los incipientes empresarios participantes de los diferentes programas focalizados en el emprendedurismo que lleva adelante la CIU. “Es una enorme satisfacción volcar la experiencia que uno tiene en otros emprendimientos y por otro lado es muy enriquecedor aprender sobre otros tipos de negocios”.

Colaborador de Artobe S.A. envasando productos.