La industria es sinónimo de desarrollo de los países a nivel internacional. En repetidas ocasiones la historia ha mostrado que la distinción más importante entre países pobres y ricos es que los primeros tienen una elevada participación del sector manufacturero, donde la productividad es generalmente más elevada. En este sentido, diversos estudios demuestran una alta correlación positiva entre el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita y el grado de industrialización de la economía, encadenándose estrechamente, hacia atrás y hacia delante, con cada vez más sectores del comercio y los servicios.
De forma complementaria, la actividad industrial mantiene un estrecho vínculo con los niveles educativos alcanzados por la población de cada país. En un estudio realizado por la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Larsen, 2020), se destaca este tema con la siguiente afirmación: “Mientras los países se industrializan, aumenta la demanda de personal cualificado, lo que alienta a más personas a recibir la educación necesaria para obtener empleos mejor remunerados. Al mismo tiempo, a medida que mejora el rendimiento del sector industrial, aumentan los ingresos, se pagan más impuestos y se puede invertir más dinero en la educación”.
En Uruguay, el sector industrial tiene una historia acumulada que la posiciona en el presente como imprescindible para el desarrollo del país, por su generación de valor agregado, de empleo, de exportaciones y de remuneraciones. Actualmente, 17.000 empresas industriales generan 164.000 puestos de trabajo, con remuneraciones superiores a la media de la economía. El personal industrial cuenta con un nivel educativo de un 63% con al menos secundaria básica completa. Se destaca por su propensión a trabajar en la formalidad, siendo que es de los sectores que registra niveles de informalidad más reducidos en el empleo de los asalariados. En efecto, la participación de los asalariados formales en el sector industrial rondó el 90% en 2019 y ha ido en aumento en los últimos años.
Las ventas del sector ascienden a aproximadamente USD 15.000 millones por año, mientras que las exportaciones rondan los USD 7.400 millones anuales y explican el 80% de las exportaciones de bienes del país.
Esos datos permiten afirmar que la industria continúa siendo uno de los principales sectores productivos de la economía, representando aproximadamente el 10% del PIB y un 21% en el Producto Interno Bruto Empresarial (indicador del valor agregado generado por el sector empresarial privado).