El concepto de economía circular (EC) se encuentra cada vez más presente en las prácticas aplicadas por empresas. No se agota en el concepto de reciclaje. Su abordaje por el sector industrial implica la inmersión en una estrategia de mediano y largo plazo que posibilite la introducción gradual de nuevas capacidades empresariales con consecuentes oportunidades de innovación y diferenciación en el mercado. Desde CIU se aborda el aporte de la industria al desarrollo sostenible con varios servicios de apoyo complementarios y articulados con el ecosistema institucional.
El desarrollo industrial requiere conocer la realidad actual para dar pasos que permitan erigir modelos de negocios más sostenibles. Para ello, la economía circular es una tendencia imprescindible a ser abordada por las empresas. Quizá en un principio pueda verse como un costo adicional, pero en realidad ofrece desafíos de optimización de recursos que impactan positivamente en la generación de valor y creación de empleo de calidad.
El trabajo de más de una década le ha permitido a CIU consolidarse como un referente técnico en la relación entre industria y ambiente, facilitando el avance del sector hacia una gestión ambiental socialmente responsable mediante la articulación con las políticas públicas y la búsqueda e implementación de soluciones a temas relevantes como son los envases, o los residuos industriales peligrosos para el país.
CIU integra el grupo de trabajo para la creación del Plan Nacional de la Gestión de Residuos y de los subgrupos temáticos del Plan, iniciativa coordinada por el Ministerio de Ambiente.
Además, es el representante del sector industrial en el Comité Técnico de Gestión Ambiental de UNIT.
En el presente artículo se presentará conceptualmente la relevancia de la economía circular para el sector industrial. Además, se mostrarán ejemplos concretos de iniciativas de CIU que ayudan a las empresas a construir sostenibilidad en sus acciones productivas y comerciales.
Economía lineal vs. economía circular
La economía lineal, que tradicionalmente ha utilizado el ser humano a lo largo de su historia, consta de la obtención de recursos en su fuente natural, su utilización, y más tarde o más temprano, culminada su vida útil, su descarte.
Esta forma de utilización de recursos, generalmente es aceptada como la norma, no es la que la naturaleza utiliza en sus procesos. En ese caso los recursos son obtenidos, utilizados y reintegrados a la naturaleza para servir como recursos en procesos posteriores, cerrando una y otra vez ciclos de los que nada escapa. No existe, de este modo, un descarte, ya que lo que no es utilizado en cualquier proceso natural que se observe será integrado en otro proceso, en un ciclo sin fin.
La economía circular busca emular los procesos naturales, generando así procesos cíclicos en los que, en primer lugar, se eliminen o minimicen los llamados “descartes”, y de algún modo se incorpore lo que ya no es útil en un proceso, en otro.
Bajo ese concepto, existen diversas estrategias planteadas por la economía circular que pueden ser aplicadas individual o simultáneamente para lograr sus fines. Sin dudas, uno de los mayores desafíos es ese cambio de paradigma, evitando caer en la tentación de curvar a la fuerza un proceso concebido como lineal. El verdadero reto es, entonces, analizar qué producto o servicio se está ofreciendo realmente, y pensar desde cero cómo ofrecerlo, maximizando el valor y despojándose de la forma tradicional de hacerlo.
El ecodiseño es una de las estrategias básicas, ya que busca que se consideren los criterios ambientales desde la etapa de concepción del producto o servicio que se va a comercializar, teniendo en cuenta todas las etapas de su ciclo de vida: fabricación, distribución, consumo y post consumo.
Servicios de apoyo para la sostenibilidad ambiental CIU ha sido pionera en el diseño y puesta en marcha de servicios que ayudan a las empresas a cumplir con normativa ambiental nacional, así como a incorporar buenas prácticas en sus procesos y productos que les permita aprovechar oportunidades de circularidad.
A continuación, se presentan tres iniciativas de la institución representativa de la industria nacional que aportan al desarrollo sostenible de las empresas del sector.
Plan de Gestión de Envases
Uruguay es el primer país latinoamericano en contar con normativa sobre responsabilidad extendida del productor estableciéndose en el año 2004 la Ley Nº 17.849, y posteriormente el Decreto 260/007 “Uso de envases no retornables”. Antes de su reglamentación, las principales empresas que serían alcanzadas por la normativa se contactaron con CIU para que la institución realizara la administración del Plan de Gestión de Envases. En este marco, CIU diseñó e implementó el Plan de Gestión de Envases (PGE), pionero a nivel nacional.
El PGE es fruto de una asociación público – privada, con convenios firmados entre el Ministerio de Ambiente, Ministerio de Desarrollo Social, intendencias de cada departamento donde se encuentra presente y CIU. Además, en Montevideo participa la central sindical PIT-CNT, y en muchos de ellos la empresa cooperativa que da el servicio.
Su ejecución permite cumplir a los importadores y propietarios de marca de productos envasados en envases no retornables con la normativa vigente, recuperando y acondicionando los envases post consumo.
El Plan tiene un objetivo ambiental y se complementa con un componente de inclusión social, mediante la priorización de clasificadores informales en los puestos de trabajo que genera. Además, abarca acciones a nivel de sensibilización a la población, mediante el desarrollo de la aplicación “Donde Reciclo” (iniciativa de CEMPRE, cofinanciada por CIU), que permite ubicar geográficamente contenedores según el tipo de residuo que se quiera desechar.
Actualmente el PGE de CIU se encuentra en pleno funcionamiento en seis departamentos (Montevideo, Canelones, Rivera, Flores, Maldonado y Rocha). Ha generado empleos verdes y dignos, en un número cercano a las 250 personas a nivel nacional, siendo actualmente el mayor plan de gestión de envases, que brinda servicios a más de 2.250 empresas adheridas.
La experiencia y capacidades generadas por la institución le permite proponerse nuevas metas, con foco en la mejora de los indicadores de recuperación de residuos, lo cual representará un cambio cualitativo y un nuevo paso en la transformación hacia una economía circular. En resumidas palabras, el Plan de Gestión de Envases representa un aporte socialmente responsable de la Cámara de Industrias del Uruguay.
Sitio de disposición final de residuos industriales
En 2015, CIU construyó la primera planta de disposición final de residuos industriales peligrosos para uso colectivo del país, abierta a todas las empresas que requieran este servicio. El proyecto, declarado de interés nacional en 2013, es el resultado de un convenio firmado en el año 2009 entre el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, el Ministerio de Industria, Energía y Minería, la Intendencia de Montevideo y la Cámara de Industrias del Uruguay.
El sitio brinda solución al sector industrial nacional (público y privado), en particular a las empresas alcanzadas por el Decreto 182 del año 2013, que entre otras cosas establece categorías para los residuos (categoría I, o “peligrosidad alta y media” y II, o “peligrosidad baja”). De esta forma, se asegura el cumplimiento de la normativa nacional y reduce los efectos ambientales de los mismos, mediante su adecuado almacenamiento y tratamiento.
Si bien se trata de una tecnología de disposición final, las características del proyecto significaron un salto cualitativo para la industria nacional, ya que previo a su existencia, los residuos industriales categoría I no contaban con un destino ambientalmente viable. Además, el proceso de construcción y operación del Sitio ha permitido viabilizar otras alternativas de disminución y valorización de residuos, generando a su vez derrames hacia la oferta de servicios y disponibilidad de instrumentos, cada vez más relacionados con la economía circular.
CIU consideró que este servicio tan necesario, en un mercado relativamente pequeño como el uruguayo, debía ser prestado sin fines de lucro, a efectos de evitar condiciones cuasi monopólicas, con el consecuente perjuicio para el sector industrial y la sociedad en su conjunto.
Plataforma Industrial
Con el apoyo de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), CIU diseñó y puso en marcha el primer mercado virtual de residuos, subproductos, infraestructura y servicios de la industria. La Plataforma Industrial busca promover la reutilización, revalorización y reintroducción de materiales a las cadenas productivas de las empresas. De esta manera, realiza su contribución a los engranajes que mueven la economía circular.
Su construcción parte de las necesidades de las empresas que cuentan con residuos resultantes de su producción, el cual puede servir como materia prima para otra industria. Además, agrupa también ofertas y demandas de infraestructura (p.e.: plantas industriales, maquinaria, vehículos) y servicios disponibles brindados por gestores de residuos y empresas de logística.
El uso de la Plataforma es totalmente libre y gratuito. Es un bien público que ofrece a las empresas un valor agregado ya sea en sus procesos de gestión de residuos, racionalización de espacios y búsqueda de insumos, así como también en el ofrecimiento de servicios, como es el caso de los gestores de residuos y logística.